Si piensas que todo el mundo esta contra ti, recuerda que los aviones se elevan contra el viento.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Tumor con forma de corazón.
Vivo en el pecado. Unos mil años sin confesarme dan para mucho, pero me concentraré en una sola cosa: Tengo miedo. El miedo es inútil, infantil, destructor. Pero me invade. Tengo miedo de perder. . Miedo a dormirme y despertarme al día siguiente sin saber que él no va a estar ahí. Porque cuando apoyo mi cabeza en la almohada me mata su ausencia. Porque cuando abro los ojos y no le veo se me vacía el estomago de golpe y los órganos se me evaporan. Sus ojos cerrados, su boca entreabierta, su cara esquiva. Su mano en mi cintura, la que hace que mi corazón siga latiendo. Nunca pensé que se pudiera vivir sin aire.
sábado, 18 de septiembre de 2010
El cielo está demasiado vacío.
Su historia era la historia de un muñeco de cartón, como Pinocho nació inerte, al contrario que él, no tenia ni a Gepeto ni a un hada madrina. Se refugiaba entre las viejas mantas ajenas, las cajas de embalaje y los colchones abandonados. Durante el invierno temía morir congelado, durante el verano anhelaba morir abrasado. Desde su pequeño país particular observaba todos los días a los habitantes de su mundo, el único que había conocido, y se preguntaba qué pasaría si el viejo de pelo blanco dejara de hablar solo, o si el borracho habitual del bar de la esquina se afeitara, o si la señora del gato gris se sentara en otro banco del parque. Se preguntaba si la chica del pearcing en el ombligo se seguiría maquillando demasiado y si la profesora de lengua seguiría perdiendo les examenes. Se preguntaba si alguien aparte de él se percataría de los pequeños cambios en las pequeñas vidas ajenas. Se preguntaba si el resto de almas estarían tan ocupadas como para no fijarse en el viejo de pelo blanco, el borracho del bar de la esquina o la señora del gato gris. Se preguntaba si alguien se había dado cuenta de él que estaba ahí, de que ese era su mundo, el único que había conocido.
viernes, 10 de septiembre de 2010
piedritas en la ventana
Hola princesa. Quizás necesites una especie de periodo de adaptación como cuando empiezas el curso escolar o te mudas a una nueva ciudad. No quiero convencerte de que estaré bien, o tranquilizarte con lo mucho que te echaré de menos. No quiero decirte que me olvides o que nunca te quise, necesito que me recuerdes y te he querido demasiado. Pero de alguna manera quiero dejar algunas cosas en orden antes de irme, y digo algunas porque aun cuando me vaya el mundo entero seguirá siendo un caos.

lunes, 6 de septiembre de 2010
Ánimo del griego ''ánemos''
Me he pasado toda mi existencia observando a los seres humanos, les he acompañado en cada sentimiento y en cada decepción, y puedo asegurar que no hay nada que admire más que su capacidad de levantarse de entre sus cenizas para volver a recomponerse. Nacen rodeados de personas que actuan como una capa protectora sobre ellos, que se pegan a su piel, que de una forma u otra les han echo lo que son, por quien darían un brazo o se tirarían a un volcán en erupción. Son personas que se convierten en una extremidad más, y que algún día, sin más, se van. Desaparecen y no solo escuece su ausencia, sino que además tienen que aprender a vivir sin ellas. A los humanos les amputan extremidades continuamente, y lloran, y gritan, y se levantan, y vuelven a caer. No debe ser fácil pero aprenden a caminar, y a veces, se pueden permitir algun que otro salto.
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