Si
la vida se pudiese definir con otra palabra esa sería “batalla”, y es que los
seres humanos vivimos en una continua lucha; a menudo tenemos q enfrentarnos a
despedidas temporales, a esperas de mil años o a pérdidas más que dolorosas, pero
estamos hechos de una pasta especial, tan cambiante como el plástico y tan ruda
como el acero que nos ayuda a combatir las malas pasadas. Por eso es un error
no sentirnos afortunados, pensar que no somos demasiado buenos o que no valemos
nada. A veces, sonreír se convierte en
una tarea dura, casi obligatoria, a veces nos pasan cosas tan terribles que no
logramos entender ni vemos la manera de salir de ahí, a veces nos tropezamos
con tormentas que no somos capaces de apaciguar, pero cuando nos pasa eso solo
nos queda ser pacientes, soñar a lo grande y, sobretodo, ser agradecidos,
porque nuestra lucha no se basa en ir en contra del viento, sino en evitar que éste
pueda con nosotros.
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